Academia Acai Sabadell


¿Y tu que ves? II

Imagen 1

Ya que este es un blog extremo de artista, que se atreve a reflexionar sobre cualquier cosa relacionada con la percepción y el arte de aprender, entonces se me ha ocurrido que podíamos comentar lo que ves desde tu imaginación, o tal vez a través del microscopio o de las lágrimas. Tal vez descubramos un océano fantástico, caótico de imágenes sin brújula.

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Como hemos dicho en la entrada anterior, los movimientos espontáneos oculares son los causantes de una síntesis mental que le da forma en sentido figurativo a las manchas.

Es lo que explica que podamos leer tantas cosas diferentes, en la espuma de nuestra bañera, en las manchas de una pared o si eres un “experto” lector de posos de café, serás capaz de traducir la abstracción de sus manchas en un material tan pobre como ese.

Imagen 4

Tanto en los casos precedentes como en el que comentaré a continuación, se trata todavía de esos movimientos aleatorios de los ojos que interpretan formas, pero existe una considerable diferencia en las actitudes de posición de la conciencia.

Cuando miro un dibujo, en la mirada pongo un mundo de intenciones humanas, de las cuales el dibujo es un producto. Es esa actitud imaginativa lo que hace de nuestra percepción un instrumento de representación. Mirad un álbum de croquis, el sketchbook de un diseñador o artista; a primera vista no se aprenderá fácilmente el sentido de cada línea, pero sabemos que cada una de ellas es representativa, que vale para algo y que es la razón misma de su existencia.

Imagen 5

Por eso, la cualidad de representar es una propiedad real de cada trazo, de cada mancha. Podemos decir que sabemos que dice algo. Sin embargo, cuando miro un trozo de madera erosionada, “rarita”, toda conciencia imaginativa se construye y motiva en el terreno de la percepción. La conciencia de que pueda ser una figura real, no existe o simplemente neutraliza la tesis existencial. Nos gusta o nos atrae aunque no se parezca a nada.

Imagen 6 Kandinsky

Cuando interpretamos una mancha en un mantel, no planteamos que tenga propiedades representativas. La verdad es que no representa nada; cuando la veo, la veo como mancha y nada mas. De forma que paso a una actitud imaginante, le pido a mi hemisferio derecho que intuitivamente imagine para mi. Pretendo “ver” la imagen, es decir, llevar su materia y su forma al mundo de la percepción. Y con esa intención localizo la apariencia. O sea, la materia no es la mancha, si no que la mancha recorrida con la vista de una manera determinada es otra cosa. En cuanto terminan los ojos de moverse y motivar mi hemisferio derecho, se termina la visión y vuelve a ser una mancha y nada mas.

Imagen 7

 

Por cierto, y para acabar, disfrutad del bello e inquietante espectáculo “Shiver” de la compañía de danza contemporánea Nicole Seiler, que pude ver en el festival IDN del Mercat de les Flors. Da rienda suelta a la visión de formas abstractas en un juego de luces y sombras, en la que los bailarines fluyen hipnóticamente en el escenario oscuro. Un juego de luces, sobras y reflejos, provocado por las proyecciones de animaciones 2D sobre los cuerpos, se conjugan con el movimiento y el espacio.  Un buen motivo para perderse sin brújula e ir al teatro.

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